Autonomía digital.
"La gente no sucumbe a las pantallas por pereza, sino porque se han invertido miles de millones de dólares para que este resultado sea inevitable". - Cal Newport.
Empecé a leer un libro titulado “Digital minimalism”, de Cal Newport. Las primeras páginas del libro me han hecho reflexionar bastante acerca de la manera como habitamos la internet.
Y hablo de “habitar” porque realmente internet funciona como un ecosistema en el que nos desenvolvemos. Trabajamos, nos relacionamos, construimos una personalidad, proyectamos una imagen (algunos más que otros) en diferentes plataformas, lo queramos o no. Seamos conscientes de ello o no.
Todos poseemos una identidad en internet. Aunque no lo sepamos, desde el momento en que tomamos un Smartphone y comenzamos a utilizarlo, dejamos rastros, huellas, que son decodificados por las grandes compañías como Google, Facebook o Amazon, y comenzamos a crear con todas nuestras interacciones un “perfil”.
El libro de Cal Newport me ha hecho reflexionar hasta qué punto hemos sido impulsados a este mundo digital sin nuestro consentimiento y sin posibilidad de elección. Facebook, por ejemplo, se nos ofreció originalmente como una página para colocar algunas fotos, escribir mensajes que pudieran ver nuestros amigos y familia, sólo para más tarde, sin que nos diéramos cuenta, convertirse en un medio casi indispensable de comunicación (El conglomerado que hoy conocemos como “Meta”, que incluye no sólo Facebook, sino también Instagram, Whatsapp y más recientemente Threads).
Otro ejemplo de cómo poco a poco fuimos forzados a depender de estas plataformas lo encontramos en las relaciones laborales. Al día de hoy, casi cualquier negocio que anhele tener alcance en internet necesita tener habilitada alguna cuenta de redes sociales. También, para la mayoría de las personas, buscar información en internet por defecto los remite a Google.
Todo esto me hace preguntarme si ¿realmente tenemos posibilidad de elección? ¿Qué clase de autoridad o poder han acumulado estas plataformas para que una gran parte de nuestra interacción tenga que pasar por ellas forzosamente si queremos que llegue a nuestros seres queridos?
Con la incursión de la IA y la cada vez más intrusiva legislación por parte de los Estados, me parece que estamos entrando en un momento crítico en el que la privacidad y sobre todo nuestra autonomía digital (El hecho de poder no depender de estas plataformas) se desvanece cada vez más rápidamente.
Necesitamos protocolos descentralizados como Bluesky y Nostr.